Consiste de manera general en disolver CO2 en las bebidas a alta presión y baja temperatura.
La cantidad de CO2 a diluir varía según el tipo de bebida y esto es lo que da el sabor caracteristico.
Por ejemplo, si comparamos proporsiones iguales en las bebidas un litro de refresco contiene menos CO2 que un litro de agua mineral y a su vez un vino espumoso contiene menor cantidad de CO2 que un refresco.